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viernes, 22 de julio de 2016

Yachay por primera vez en Chincayllapa (FOTOS)


Quiero escribir esta experiencia en primera persona. Quiero dar las gracias a todas las personas que han apoyado en hacer realidad de llevar alegría a los niños del anexo de Chincayllapa, en el distrito de Puyca, en la provincia de La Unión en el departamento de Arequipa, un lugar que se encuentra aproximadamente sobre 3900 metros sobre nivel de mar y a un poco más de 12 horas de viaje de ida en camioneta, un recorrido total desde Arequipa de 898 kilómetros, entre asfaltado, afirmado y trocha.
Quiero agradecer a Juan Pablo Olivares Miranda, quien fue el encargado de conducir al yachaymovil “la guerrera blanquita” y que después de tiempo se incorporó a estas faenas; de la misma manera a Yvan Salcedo Llerena, con quien hace un promedio de 10 años iniciamos Yachachasunchis Pukllasunchis y que en esta oportunidad vuelve para hacer un largo viaje y a Wilfredo Dueñas Parqui, que fue su primera experiencia en viajar llevando una gran alegría a los pequeños.

Fue mi amigo Sergio Chamana López, quien se encargó de buscar un nuevo lugar donde ir, con las características específicas que requiere Yachasunchis Pukllasunchis, para poder ir a eso lugares. El escogido fue el anexo de Chincayllapa, donde en la escuelita 40648, estudian 85 niños, tanto en los niveles de inicial y primaria. Los primeros contactos se desarrollaron hace un poco más de un mes con el profesor y director de la escuelita Wilber Turpo Soncco, no era fácil comunicarme con él, puesto que no hay comunicación telefónica de ningún tipo en Chincayllapa.
















Tras las coordinaciones del caso y de recibir el apoyo de muy buenas personas, se programó el viaje para las 8 de la noche del miércoles 20 de julio, pero en sí salimos al promediar las 10.30 la noche, es que muchos de los que íbamos viajar aun teníamos que terminar nuestra labor en nuestros centros de trabajo.
El viaje estuvo bien, tras tanquear a la camioneta iniciamos el viaje. Ninguno de los cuatro (Juan Pablo, Yvan, Willy y yo) alguna vez había viajado por esas zonas, es decir más allá de la capital de La Unión Cotahuasi.
Tras dejar pueblos como Corire, Aplao y Chuquibamba y al promediar las 4.30 de la madrugada del jueves 21, cruzamos un puente (desconozco el nombre) y en vez de ir por la derecha, fuimos por la izquierda no había una clara señalización y todo era oscuro. Una hora y media después tras llegar a una placita y preguntar a un policía, nos informaron que estábamos lejos de nuestro destino, que teníamos que volver por dónde venimos y llegar hasta el puente e ir por la derecha, nos encontrábamos en el pueblo de Yanaquihua.

Llegamos a las 10:30 de la mañana a Cotahuasi, tras desayunar, preguntamos a que distancia estábamos de Puyca y de Chincayllapa, nunca recibimos información exacta, en consecuencia, para no volvernos a perder a cada momento parábamos y preguntábamos sí estábamos en el camino correcto. Pensando que en los pueblos de más adelante encontraríamos petróleo no nos abastecimos ni en Cotahuasi ni en Alca y conforme avanzábamos en tiempo y distancia, comenzó a rondar la preocupación de si nos alcanzaría el petróleo.






Llegamos a Puyca al promediar las 1.45 de la tarde y es cuando Willy Dueña, se da cuenta que una llanta estaba perdiendo aire, se ponchó. Tras cambiar el neumático y confirmar que en Puyca no venden petróleo, decidimos subir hasta Chincayllapa, al que llegamos a las 3.10 de la tarde.
Tras presentar ante los niños, profesores y padres de familia que es Yachasunchis Pukllasunchis y lo que hacemos, inicianos nuestra actividad de mini atletismo y después se procedió a entregar las botitas, ropa de abrigo y conversar sobre la realidad educativa de los niños y visitar su infraestructura que es deficiente.
Solo pudimos estar una hora en ese lugar, nuestras actividades generalmente duran como mínimo de 3 a 4 horas, no lo pudimos hacer, las clínicas de mini atletismo como queríamos, los talleres, el agasajo a los pequeños, en fin. Urgía salir del lugar porque la carretera a nuestro juicio es peligrosa y de noche aún más, además nos preocupaba encontrar petróleo. Pero de pronto un padre de familia con un profeso, nos trajeron un poco de combustible e iniciamos nuestra partida con destino a Arequipa eran las 4.20 de la tarde, nos íbamos con la esperanza de volver y hacer las cosas al estilo Yachasunchis Pukllasunchis, no sabemos cuándo, depende del apoyo que podamos conseguir. A las 5 de la madrugada del 22 de julio estábamos entrando a Arequipa.

Atte.

ROMULO JESUS LEANDERAS RODRIGUEZ