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sábado, 21 de febrero de 2009

CAMPAÑA UTILES ESCOLAREES PARA LOS PORTALES, TAPAY Y CHAIÑA

Los integrantes de la Asociación Yachasuncuchis Pukllasunchis, queremos dar gracias a los medios de comunicación por el apoyo a nuestras actividades en especial al diario El Pueblo el decano de la prensa escrita en el sur del Perú.
Así mismo les presentamos un nota periodística que apareció en el semanario Vistaprevia, que la escribió nuestro presidente Rómulo Leanderas, es sobre el pueblito de Chaiña, en Condesuyos.


Semanario Vistaprevia publicó en su página central las necesidades de la gente que vive en Chaiña.
Finalmente hacemos un llamado a todas las empresas y personas que quieran colaborar con nosotros para poder llevar útiles escolares a los niños de los siguientes lugares: Los Portales en el Distrito de Chiguta, Tapay en la Provincia de Caylloma (Cañón del Colca) y el anexo de Chaiña en el Distrito de Cayarani, Provincia de Condesuyo.
Los interesados se pueden comunicar con el teléfono: +51 054 400481 y al celular
+51 054 959301696,
preguntar por Rómulo Leanderas Rodríguez o escribir al correo electrónico
rleanderas@yahoo.es



El diario El Pueblo, dio cobertura al llamado que hacemos para ayudar a los niños de Chaiña.

Ahora les presentamos la nota periodística que se publicó en el semanario Vistaprevia
PD. Pueden pinchar la foto para poder ampliarla, también pueden usar las fotografias, respetando los créditos.
Gracias



Entre el cielo y la pobreza extrema
* Esta es la historia de cómo la crisis económica mundial llega a todos los confines, sobre todo a los más pobres. Conozca cómo la crisis se ensaña con el pueblo de Chaiña – Condesuyos, a 4 800 m.s.n.m.
Por: Rómulo Leanderas R.

No entienden el por qué de la crisis mundial, no comprenden eso de la Bolsa de Valores, aún no saben con seguridad quién es Barack Obama, pero ya empiezan a vivir los efectos del colapso económico a pesar de su lejanía.
La venta de la fibra (lana) de sus alpacas es el sustento de las familias. Sus auquénidos son sinónimo de vida. Pero en estos días la cotización de su materia prima se desmorona como ocurrió con las acciones en Wall Street en su peor momento.
La Crisis Mundial o la Segunda Gran Depresión se desató de manera directa debido al colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en el año 2006, que provocó aproximadamente en octubre de 2007 la llamada crisis de las hipotecas.
Las repercusiones de la crisis hipotecaria comenzaron a manifestarse de manera extremadamente grave a inicios de 2008, contagiando primero al sistema financiero estadounidense y después al internacional, teniendo como consecuencia una profunda crisis de liquidez, y causando, indirectamente, otros fenómenos económicos, tales como la crisis alimentaría global, diferentes derrumbes bursátiles y, en conjunto, una crisis económica a escala internacional.
Explicarle esto a los pobladores de Chaiña, ayuda poco para que entiendan que su principal actividad económica de su pueblo se verá seriamente afectada en los siguientes meses.
Economía global, le llaman. Y es tan global que llega a los 4 mil 800 metros sobre el nivel del mar donde se ubica Chaiña en el distrito de Cayarani, provincia de Condesuyos.
El remezón económico llega a todas partes del mundo y como casi siempre los primeros perjudicados son los que menos o nada tienen para sobrevivir.
En Chaiña habitan 30 familias que viven únicamente de la venta de la fibra de alpaca.
Por la crisis, la venta de esa fibra ha disminuido. Las grandes empresas textiles no compran como antes y el precio se ha venido al suelo.
“Hasta agosto del año pasado los intermediarios nos pagaban de 8 a 10 soles por una libra, cada una de nuestras alpacas dan sólo dos libras, es decir que nos pagaban un promedio de 20 soles por cada animal y la producción es una vez al año”, me explica Salomón Chire Quispe, Presidente de la Comunidad de Chaiña. Él tiene 40 alpacas.
En tanto que Rufo Quispe Gonzáles, otro comunero, me cuenta que se capacitó para mejorar la crianza de alpacas.
Empuña sus manos y con un semblante de preocupación comenta. “Ya nos han dicho que este año nos van a pagar 2 ó 3 soles por la libra de fibra. ¿Qué vamos hacer? ¡Mire usted el kilo de arroz está dos soles cincuenta!”.
La preocupación también es compartida por Margarita Condorcahuana, madre de cuatro niños. “Aquí sólo vivimos de la alpaca, hay veces que se puede vender la carne pero es eventual, en otras oportunidades nuestros maridos se van a trabajar como peones pero no les pagan bien. El año pasado se trató de sembrar avena pero la helada lo malogró. Algunas veces hago tejidos y los voy a vender a Santo Tomás (Capital de la Provincia de Chumbivilcas, Cusco), pero me pagan 7 soles por lliclla, dicen que la calidad es mala”, explica.
ESPERANZA
A pesar de los efectos negativos de la crisis, las autoridades de Chaiña han empezado a invertir en el mejoramiento genético de las alpacas. Hace un mes que la Municipalidad Distrital de Cayarani inició ese proyecto.
“Se ha comprado 26 alpacas machos de buena calidad. El objetivo es que estos animales se empadren con hembras seleccionadas de Chaiña, e iniciar el proceso de mejoramiento de la producción de la fibra”, detalló Benigno Ahuate Mollo; Alcalde de Cayarani.
En tanto que Paúl Condori Condori, Técnico Agropecuario responsable del proyecto, indicó que las 26 alpacas machos fueron traídas del Fundo de Pacomarka en Ayaviri, Puno.
“El periodo de gestación de una hembra es de 11 meses. Luego veremos la evolución de la nuevas crías hasta mejorar la calidad de la fibra, es decir que sea más delgada y no gruesa como ahora y que se llegue a producir de 8 a 10 libras por animal al año, y no cuatro como es en este momento”.
La idea – agrega Condori - es tener alpacas de color único. “Tiene que ser puro y no como ahora que una alpaca tiene colores blanco con café o negro, eso hace que el precio de la fibra disminuya. Lo ideal es que todo sea blanco, así cuesta más”, apuntó.
Cada alpaca “mejorada” se cotiza en el mercado a 2 mil 300 soles, mientras que las alpacas de los comuneros de Chaiña cuestan apenas 80 soles.
Por ahora, sólo queda esperar que este proyecto de mediano plazo rinda sus primeros resultados, pero lo inmediato es ver la manera de cómo hacer frente a la crisis que se asoma en cada rincón de su pueblo.
Los comuneros se muestran preocupados porque no tendrán los recursos económicos para afrontar el pago de la educación de sus niños.
Suena paradójico: hace tiempo que los pobladores junto a la Directora de la Escuela de Chaiña, Danitza Laura reclamaron que mejoren sus dos aulas. El Alcalde no sólo atendió su pedido mejorando las aulas, sino que construyó dos nuevos salones, pero ahora no hay los recursos para implementarlos.
En Chaiña da la impresión que se puede tocar las nubes, el aire es helado, el paisaje es hermoso. No tiene energía eléctrica, tampoco agua potable, beben agua de un manantial. Lo que abunda y crece a cada paso es la extrema pobreza.
Para llegar a Chaiña hay que viajar en bus un promedio de 14 horas. Primero se va hasta Espinar - Cusco, de ahí se toma la ruta para Santo Tomás, luego por un desvío se llega a Cayarani y finalmente a Chaiña.
Mientras camino observando de sus casitas que parecen sacadas de un cuento, la memoria me recuerda a Atahualpa Yupanqui: “Tal vez otro habrá rodao tanto como he rodao yo, y le juro, créamelo, que he visto tanta pobreza, que yo pensé con tristeza: Dios por aquí no pasó.”





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