El profesor Lucas Ancco, presentando y leyendo los cuentos de los niños de Chaiña, el presidente de Yachasunchis atento escucha.La entrada ahora por la llegada del invierno es a las 9 de la mañana y la salida a las 3 de la tarde.
Catalina, niña linda, de una sonrisa tierna, tiene 10 años, ella para llegar hasta su escuela tiene que caminar cerca de dos horas.
Javier, niño inquieto, le gusta preguntar. Tiene 9 años de edad y junto a su hermanito sale de su casa a las 7.30 de la mañana para llegar justo a la hora de ingreso a la escuela.
La mañanas son gélidas en Chaiña, los pequeños con que ansias esperan que salga el “Tata Inti” para que comience a descongelar la grama seca que hay en camino y así el trayecto al centro del saber sea más fácil, además con los primeros rayos del sol como ellos dicen “en algo nos podemos calentar mientras andamos”.
Lucas Ancco Cusi, es uno de los dos profesores de la Institución Educativa 40613 de Chaiña, el se muestra agradecido con el trabajo que está haciendo la Asociación Yachasunchis Pukllasunchis en ese lugar.
“Aquí los niños se tiene que sacrificarse mucho solo para llegar al colegio. Muchos tiene que despertarse temprano un promedio de las 5 o 5.30 de la mañana cuando aún es oscuro y ayudar a sus padres con las alpacas, de ahí tomar un desayuno ligero y emprender la caminata de una hora, hora y media, hay niños que caminan hasta dos horas. Para el recreo y el camino de regreso traen algo de cancha o carne seca. La salida es a las tres de la tarde es decir que algunos niños recién almuerzan a las 5 de la tarde cuando llegan a su hogar”
Cuenta, Ancco Cusi. “Sabes usted cual podría ser una alternativa por lo menos para que los niños puedan alimentarse bien. Tener un comedor”.
Sin duda con un comedor las cosas cambiarían. Los niños al medio día almorzarían, tras un breve descanso continuarían estudiando y luego a las tres de la tarde se irían a sus casas bien alimentados.
“Pero lo ideal sería tener un albergue que los pequeños se queden de lunes a viernes aquí en la escuela y los fines de semana se vayan a sus estancias, así lo pequeños no tendrían que estar expuesto a las inclemencias del crudo invierno” sostiene el profesor Lucas Ancco.
Catalina, niña linda, de una sonrisa tierna, tiene 10 años, ella para llegar hasta su escuela tiene que caminar cerca de dos horas.
Javier, niño inquieto, le gusta preguntar. Tiene 9 años de edad y junto a su hermanito sale de su casa a las 7.30 de la mañana para llegar justo a la hora de ingreso a la escuela.
La mañanas son gélidas en Chaiña, los pequeños con que ansias esperan que salga el “Tata Inti” para que comience a descongelar la grama seca que hay en camino y así el trayecto al centro del saber sea más fácil, además con los primeros rayos del sol como ellos dicen “en algo nos podemos calentar mientras andamos”.
Lucas Ancco Cusi, es uno de los dos profesores de la Institución Educativa 40613 de Chaiña, el se muestra agradecido con el trabajo que está haciendo la Asociación Yachasunchis Pukllasunchis en ese lugar.
“Aquí los niños se tiene que sacrificarse mucho solo para llegar al colegio. Muchos tiene que despertarse temprano un promedio de las 5 o 5.30 de la mañana cuando aún es oscuro y ayudar a sus padres con las alpacas, de ahí tomar un desayuno ligero y emprender la caminata de una hora, hora y media, hay niños que caminan hasta dos horas. Para el recreo y el camino de regreso traen algo de cancha o carne seca. La salida es a las tres de la tarde es decir que algunos niños recién almuerzan a las 5 de la tarde cuando llegan a su hogar”
Cuenta, Ancco Cusi. “Sabes usted cual podría ser una alternativa por lo menos para que los niños puedan alimentarse bien. Tener un comedor”.
Sin duda con un comedor las cosas cambiarían. Los niños al medio día almorzarían, tras un breve descanso continuarían estudiando y luego a las tres de la tarde se irían a sus casas bien alimentados.
“Pero lo ideal sería tener un albergue que los pequeños se queden de lunes a viernes aquí en la escuela y los fines de semana se vayan a sus estancias, así lo pequeños no tendrían que estar expuesto a las inclemencias del crudo invierno” sostiene el profesor Lucas Ancco.
Los pequeños llegan tarde al taller de elaboración de cuentos, luego de caminar por más de hora y media.LOS PRIMEROS CUENTOS
En abril de este año la Asociación Yachasunchis Pukllasunchis, iniciaba en Chaiña el proyecto Leyendo en el Techo de Mundo, que es parte del Programa “Educación y Deporte en el Techo del Mundo”.
“Gracias a la señora Marita Letts, recibimos unos cuentos infantiles de Wong, muy educativos, didácticos y sobre todo que se ajusta a la realidad de los lugares donde trabajamos. El proyecto consiste en que los niños lean esos cuentos, después hacer una serie de talleres y luego los pequeños oralmente desarrollen o creen sus propias historias y a continuación las escriban. En Chaiña en abril pasado se dejó 12 cuentos y además una pauta para que el profesor Lucas Ancco siguiera y bueno ya tenemos algunos resultados” sostiene Rómulo Leanderas, presidente Yachasunchis Pukllasunchis.
En la última visita de los “Yachay” el profesor Lucas Ancco, hizo entrega de cuatro cuentos que escribieron los pequeños. “El hermano pobre y el hermano rico” de Rolando Quispe Chira; “La Nueva Zorra” de Marina Quispe Chira; “El ratón viajero” de Walberto Quinua Vargas; La Vizcacha y la Culebra de Olger Quispe Quinua.
“Los niños están muy entusiasmado con este proyecto de los cuentos y ahora mas que han tenido el taller con la profesora Clara. Entre ellos se cuentan y se inventan historias relacionados a Chaiña. Espero que cuando haya un buen numero de cuentos se pueda editar un libro como es la idea que se tiene” comenta Lucas Ancco.
En abril de este año la Asociación Yachasunchis Pukllasunchis, iniciaba en Chaiña el proyecto Leyendo en el Techo de Mundo, que es parte del Programa “Educación y Deporte en el Techo del Mundo”.
“Gracias a la señora Marita Letts, recibimos unos cuentos infantiles de Wong, muy educativos, didácticos y sobre todo que se ajusta a la realidad de los lugares donde trabajamos. El proyecto consiste en que los niños lean esos cuentos, después hacer una serie de talleres y luego los pequeños oralmente desarrollen o creen sus propias historias y a continuación las escriban. En Chaiña en abril pasado se dejó 12 cuentos y además una pauta para que el profesor Lucas Ancco siguiera y bueno ya tenemos algunos resultados” sostiene Rómulo Leanderas, presidente Yachasunchis Pukllasunchis.
En la última visita de los “Yachay” el profesor Lucas Ancco, hizo entrega de cuatro cuentos que escribieron los pequeños. “El hermano pobre y el hermano rico” de Rolando Quispe Chira; “La Nueva Zorra” de Marina Quispe Chira; “El ratón viajero” de Walberto Quinua Vargas; La Vizcacha y la Culebra de Olger Quispe Quinua.
“Los niños están muy entusiasmado con este proyecto de los cuentos y ahora mas que han tenido el taller con la profesora Clara. Entre ellos se cuentan y se inventan historias relacionados a Chaiña. Espero que cuando haya un buen numero de cuentos se pueda editar un libro como es la idea que se tiene” comenta Lucas Ancco.
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